Incubos y Sucubos



Megan Fox en Jennifer´s Body (Diabolica Tentación) 


Íncubo (del latín Incubus, in, ‘sobre’ y cubare, ‘yacer’, ‘acostarse’) es un demonio masculino en la creencia y mitología popular europea de la Edad Media que se supone se posa encima de la víctima durmiente, especialmente mujeres, para tener relaciones sexuales con ellas, de acuerdo con una cantidad de tradiciones mitológicas y legendarias.

El súcubo (del latín succŭbus, de succubare, «reposar debajo»), según las leyendas medievales occidentales, es un demonio que toma la forma de una mujer atractiva para seducir a los varones, sobre todo a los sensibles, a los adolescentes y a los monjes, introduciéndose en sus sueños y fantasías.



En general son mujeres de gran sensualidad, persuasión y carácter. El mito del súcubo pudo haber surgido como explicación del fenómeno de las poluciones nocturnas y la parálisis del sueño. 

Según otras perspectivas, las experiencias de visitas sobrenaturales claras pueden ocurrir por la noche en forma de alucinación hipnogógica. Este personaje es una de las bases de la figura del vampiro.

18 leyendas de demonios sexuales


Acerca de íncubos y súcubos

Súcubo, demonio seductor

Las personas que mas contactos tienen con esto demonios, son aquellas que no tienen comunión con Dios y creen mucho en santería, brujerías, ocultismo y que creen mucho en la obra de la tinieblas sin la protección de la fe en Dios, quizás la avalancha mas grande de estos demonios fue en la edad media. Manuel Carballa en su libro El síndrome del Maligno dice “Incubos y Súcubos acostumbran a visitar a los mortales en sus lechos para tener relaciones con ellos. En la mañanas a no ser por los restos de semen o de sangre encontrados en las sabanas, los violados solo recuerdan la experiencia como un sueño”. 

 El investigador demonológico español Joel Guijarro en su libro “Infiltrados” dice “seres de otra dimensiones entre los humanos están”. Agustín Hipona que le costo mucho trabajo convencerse de este fenómeno dijo “son tantos los que lo aseveran, que parecería desvergüenza negarlo”


  Abrahel reina de los súcubos

Demonia que se dedica a seducir a los pobres de espíritu (principalmente a los campesinos y gente de poca instrucción), tomando siempre la forma de una mujer bellísima que los cautiva y dispone de ellos a su antojo, llevándolos a cometer verdaderas locuras. 

Nicolás Rémy, que la describe en su Demonolatría con una mezcla de prudente respeto y de temor, aporta un dato que oscila entre la crítica y el elogio, según cómo se lo interprete; al momento de su aparición, y con sólo contemplarla, "todos los miembros del observador se vuelven rígidos". 

A nuestros lectores con problemas prostáticos, recomendamos no convocar a esta súcubo para soslayar sus padecimientos, ya que Abrahel suele agotar rápido la vitalidad que su presencia otorga. Para aquellos que suelen despertarse con una erección, lamentamos anunciarles que ya son víctimas nocturnas de Abrahel, y nada podemos hacer para ayudarlos. 





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