El Síndrome de Cenicienta


Complejo de Cenicienta

El síndrome de Cenicienta en niños es cuando los niños se dicen o sienten agredidos por la madrastra  o madre adoptiva sin justificante o pruebas de ello, también es cuando el niño menos querido o que se siente menos querido compensa esa falta de atención imaginando que cuando crezca ayudara a su familia en alguna calamidad y así obtendrá el respeto y la aprobación de los que antes lo rechazaban. 
También es cuando el adulto que fue un niño no querido, sigue buscando la aprobación de los demás por medio de su propio sacrificio ante algún acontecimiento desagradable. 
En las mujeres es complejo de cenicienta, pero popularmente es también conocido como síndrome, aunque sea un complejo. Este complejo se da en mujeres que temen independizarse, ya sea parcial o totalmente. Puede ser por temor a responsabilizarse por completo de ellas mismas o por la necesidad psicológica de ser protegidas. Por esta razón muchas de ellas viven con sus padres y lo justifican diciendo que lo hacen para cuidarlos. Aunque lo que verdaderamente quieran sea vivir su fantasía. 
A diferencia del síndrome de Peter Pan, en este caso quienes lo padecen generalmente tienen una idea acerca de la vida algo idealizada o fantasiosa donde ellas esperan ser el centro de la atención del personaje que ellas esperan vaya a salvarlas de la pesada, aburrida o triste vida que llevan, la cual llevan con resignación y abnegación mientras esperan seguras la llegada, algún día, del hombre perfecto para ellas, su hombre ideal.

Ejemplo de Síndrome de Cenicienta
Los cuentos de hadas aportan ilusión, magia y fantasia a la mente de una niña. Sin embargo, cualquier niña crece y se convierte en una adolescente que cambia los cuentos infantiles por las comedias de Hollywood en las que el amor es perfecto. Este mensaje de idealización absoluta puede llegar a producir una sensación de soledad extrema cuando una persona supera los 35 años o los 40 años y no ha encontrado a ese príncipe azul soñado con el que poder compartir el tiempo, el presente y la vida.
Blancanieves, Cenicienta o Bella y Bestia no dejan de ser cuentos que como tales están muy alejados de la realidad. Tal vez por eso, merece la pena disfrutar del buen humor y la ironía de Shreck para poder recuperar la perspectiva de un amor real y también de la propia vida. Lo cierto es que aunque parezca trágico no todas las personas encuentran a su media naranja. Al menos, no todas la encuentran en la juventud. Además, también sucede que algunas personas se despiden de forma brusca de un gran amor como consecuencia de la muerte o la enfermedad.
El Síndrome de Cenicienta, dicho en tono irónico, impide a una chica disfrutar de su libertad, de su autonomía e independencia. Sin duda, aquellas personas que no han encontrado el amor deberían disfrutar de las ventajas de poder disfrutar al cien por cien de la amistad y tener una extensa vida social.
El amor es un verdadero regalo pero no tiene nada que ver con los cuentos de hadas. Por ello, más allá de todo romanticismo, conviene poner los pies en el suelo para no sufrir más de lo necesario y admirar, de forma sencilla, al hombre de carne y hueso con sus virtudes y sus defectos.

Ejemplos 







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