Liderazgo Situacional
Liderazgo Situacional
De las teorías existentes respecto al liderazgo, una de las más completas y con un mayor fundamento científico es la del liderazgo situacional, que es la única que hace justicia a todos los aspectos de la realidad, como aparece en múltiples observaciones e investigaciones. Los cuatro estilos básicos del liderazgo, están fundamentados en las dos variables mencionadas anteriormente, que son la parte correspondiente a la dirección (respecto a la actividad que se realiza) y al apoyo socioemocional.
Cuando menciono dirección, me refiero al grado en que un líder se ocupa de especificar y explicar a su personal lo que debe hacer, y cuando toco el aspecto humano, es el grado en que el líder escucha, comprende, respeta, dialoga y proporciona "caricias psicológicas" a los colaboradores.
De acuerdo con lo anterior los cuatro estilos son: Ordenar, Persuadir, Participar y Delegar. Adicionalmente debe hacerse la consideración del aspecto de madurez de los seguidores.
Cuando hablo de madurez, me estoy refiriendo a la disposición existente para establecer objetivos alcanzables responsabilizándose de ellos. Para que exista madurez, es necesario tomar en cuenta dos factores fundamentales del ser humano en el desempeño de sus actividades diarias: la motivación, (el querer hacer las cosas) y la capacidad (el poder hacer las cosas; es decir, estar dispuestos a realizar la tarea que se les encomienda y a asumir las responsabilidades que conlleva el puesto que ocupan y las responsabilidades que se les asignan.
Cuando deseamos conocer el nivel de madurez de un grupo de personas, es necesario conocer si él o ellos están o no dispuestos a realizar la actividad o tarea, y si tienen o no la capacitación necesaria para llevarla a cabo, dentro de la cual debemos considerar la habilidad, experiencia y conocimientos requeridos.
Como se puede observar, es responsabilidad del líder, al adquirir un puesto de dirección, que sus seguidores sean maduros; es decir, debe cuidar la motivación y la capacitación o ubicación del personal donde pueda dar un máximo rendimiento. De acuerdo con las técnicas japonesas, a los trabajadores nunca se les debe correr de su trabajo sino se les debe motivar y capacitar y si esto no da resultado se les volverá a motivar y capacitar.
El estilo 1
Resumiendo podemos decir:
Conforme va pasando el tiempo, el líder debe ir logrando que sus seguidores adquieran madurez, y por tanto se pueda, en forma gradual, ir reduciendo la conducta de tarea y aumentando la de relación, hasta llegar a tener un equipo de trabajo con baja tarea y relación y que corresponde a lo que es delegar.
Los mecanismos a través de los cuales podemos pasar en forma gradual a modificar la voluntad y la capacidad de las personas, sólo es posible realizarlo utilizando los reconocimientos y estímulos que todo ser humano requiere para vivir.
De las teorías existentes respecto al liderazgo, una de las más completas y con un mayor fundamento científico es la del liderazgo situacional, que es la única que hace justicia a todos los aspectos de la realidad, como aparece en múltiples observaciones e investigaciones. Los cuatro estilos básicos del liderazgo, están fundamentados en las dos variables mencionadas anteriormente, que son la parte correspondiente a la dirección (respecto a la actividad que se realiza) y al apoyo socioemocional.
Cuando menciono dirección, me refiero al grado en que un líder se ocupa de especificar y explicar a su personal lo que debe hacer, y cuando toco el aspecto humano, es el grado en que el líder escucha, comprende, respeta, dialoga y proporciona "caricias psicológicas" a los colaboradores.
De acuerdo con lo anterior los cuatro estilos son: Ordenar, Persuadir, Participar y Delegar. Adicionalmente debe hacerse la consideración del aspecto de madurez de los seguidores.
Cuando hablo de madurez, me estoy refiriendo a la disposición existente para establecer objetivos alcanzables responsabilizándose de ellos. Para que exista madurez, es necesario tomar en cuenta dos factores fundamentales del ser humano en el desempeño de sus actividades diarias: la motivación, (el querer hacer las cosas) y la capacidad (el poder hacer las cosas; es decir, estar dispuestos a realizar la tarea que se les encomienda y a asumir las responsabilidades que conlleva el puesto que ocupan y las responsabilidades que se les asignan.
Cuando deseamos conocer el nivel de madurez de un grupo de personas, es necesario conocer si él o ellos están o no dispuestos a realizar la actividad o tarea, y si tienen o no la capacitación necesaria para llevarla a cabo, dentro de la cual debemos considerar la habilidad, experiencia y conocimientos requeridos.
Como se puede observar, es responsabilidad del líder, al adquirir un puesto de dirección, que sus seguidores sean maduros; es decir, debe cuidar la motivación y la capacitación o ubicación del personal donde pueda dar un máximo rendimiento. De acuerdo con las técnicas japonesas, a los trabajadores nunca se les debe correr de su trabajo sino se les debe motivar y capacitar y si esto no da resultado se les volverá a motivar y capacitar.
El estilo 1
Ordenar, es aquel en que el líder define el qué, cuándo, cómo y dónde. En este caso, el tipo de comunicación que se tiene es prácticamente unilateral. Con respecto a la madurez de los seguidores, cuando no quieren ni pueden realizar una tarea, significa que no están capacitados ni motivados para tal efecto.El estilo 2
Persuadir, cuando el líder permite la comunicación bilateral, se admite que los seguidores expongan sus puntos de vista y se pregunte los por qués, pero no toman decisiones.El estilo 3
Desde el punto de vista de la madurez de los seguidores, empiezan a poder, aunque no quieren, o a querer pero no pueden. Existe ya cierta disposición hacia la tarea, aunque muy deficiente.
Participar, la comunicación es totalmente bilateral, el líder y los seguidores participan en forma conjunta en la toma de decisiones. En el aspecto madurez de los seguidores, éstos, de alguna manera, ya quieren y pueden realizar la tarea que les correspondeEl estilo 4
Delegar, el líder confía las decisiones importantes en sus seguidores, y por tanto estos quieren y pueden, ya que están capacitados y motivados en el aspecto madurez.
Resumiendo podemos decir:
- El trabajador no puede y no quiere: ordenar.
- El trabajador puede y quiere en 33%: persuadir.
- El trabajador puede y quiere en 66%: participar.
- El trabajador puede y quiere en 100%: delegar.
- El temperamento y carácter del líder.
- El temperamento y carácter de los seguidores.
- Las características de los compañeros.
- Las circunstancias de tiempo.
- Las circunstancias de la tarea.
Conforme va pasando el tiempo, el líder debe ir logrando que sus seguidores adquieran madurez, y por tanto se pueda, en forma gradual, ir reduciendo la conducta de tarea y aumentando la de relación, hasta llegar a tener un equipo de trabajo con baja tarea y relación y que corresponde a lo que es delegar.
Los mecanismos a través de los cuales podemos pasar en forma gradual a modificar la voluntad y la capacidad de las personas, sólo es posible realizarlo utilizando los reconocimientos y estímulos que todo ser humano requiere para vivir.
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