En el siglo III ya se hacían «amarres» de amor en Egipto

Dos papiros procedentes de Oxirrinco y datados en el siglo III d.C. contienen los hechizos



Antiguos hechizos mágicos de amor, subyugación y sexo: puede recordar a Rosemary's Baby, el film de Roman Polanski (1968), pero estas prácticas aparecen en dos papiros recientemente descifrados procedentes de Egipto y escritos hace alrededor de 1.700 años.

Los papiros fueron hallados hace más de un siglo en un antiguo vertedero de basuras cerca de Oxirrinco y su traducción va proporcionando textos curiosos como estos dos hechizos descifrados recientemente.
Uno de ellos está destinado a inflamar de amor el corazón de la mujer amada, y otro destinado a subyugar la voluntad de un hombre para que haga todo lo que el brujo quiera. Además, en la parte posterior del segundo papiro, aparecen recetas para curar diversos males, y algunas de ellas destinadas a "proporcionar placer".
Según ha declarado Franco Maltomini de la Universidad de Udine en Italia, que ha traducido ambos hechizos, uno de los papiros invoca a los dioses para que "quemen el corazón" de una mujer hasta que ame a quien la quiere hechizar. El otro hechizo, dirigido a un hombre, usa una serie de palabras mágicas para "someterle", forzándole a hacer todo lo que el brujo quiera.
Ninguno de los dos hechizos se dirigían a una persona concreta. Estaban escritos de tal modo que la persona que los emplease solo necesitaba insertar el nombre de la persona a la que lo dirigía.
Se ignora quién pudo redactarlos pero, en cualquier caso, los papiros datas del siglo III d.C.,  y los hechizos están escritos en griego, lengua ampliamente utilizada en el Egipto de la época. El contenido sí es más peculiar y constituye una de las rarezas del antiguo Egipto.

El hechizo de amor descifrado invoca a varios dioses gnósticos. Dice que quien quiera lanzar el hechizo debe quemar una serie de ofrendas en la casa de baños (los nombres de las ofrendas no han sobrevivido a la degradación del papiro) y escribir un hechizo en los muros de la casa de baños, que Maltomini ha traducido así:

"Yo os imploro, tierra y aguas, por el demonio que mora en vosotros y (yo imploro) la fortuna de este baño para que, mientras que resplandecéis y ardéis y os quemáis, así queméis a (la mujer a la que se envía el hechizo) a quien (el nombre de la madre) portó, hasta que ella venga a mí..."

Entonces, el hechizo nombra a varios dioses y palabra mágicas. Dice así, "sagrados nombres, inflamaos y quemad el corazón de ella..." hasta que se enamore de la persona que lanza el hechizo.

El texto del otro hechizo descifrado le dice a la persona que lo quiera usar que grabe en una pequeña placa de cobre una serie de palabras mágicas, incluyendo la frase traducida como "somete a mí a (el nombre de la persona), quien (el nombre de su madre) portó...", y que coloque la placa en algo que la persona lleve encima, como una sandalia.
El hechizo, si tenía éxito, supuestamente forzaba al hombre a hacer todo lo que quisiera quien le lanzó el hechizo, tal y como dice el antiguo texto.

Por detrás del papiro aparece una lista de recetas que emplean heces de animales para tratar un amplio número de dolencias, incluyendo dolores de cabeza y lepra. Algunas de las recetas afirman que ayudan a "fomentar placer". Una receta dice que una combinación de miel y heces de un pájaro llamado avetoro, usado de un modo que no se especifica, "proporcionará placer".

Los ritos de curación ya se conocían en Egipto, hay buena documentación de la magia para la salud en el templo de Kom ombo pero resulta fascinante comprobar como los amarres de amor ya se empleaban en esa época.

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