El Tratamiento Silencioso
Una de las armas más letales del arsenal narcisista
No es infrecuente que la primera vez que muchas víctimas consideraron, seriamente, terminar su relación con el narcisista, incluso antes de que identificaran su trastorno, haya sido en una de las muchas ocasiones
en las que tuvieron que enfrentarse a una de las tácticas pasivo-agresivas preferidas del abusador: el Tratamiento Silencioso.
La herida emocional que les produjo
fue de tal magnitud, que su primer impulso fue darse un respiro y
escapar de las garras de su depredador. Lamentablemente, es probable que
el narcisista, en ese momento del ciclo de la relación, haya
sabido enredarlas con sus manipulaciones y mentiras, y terminaran
aceptando lo inaceptable.
El Tratamiento Silencioso es una de las estrategias más
utilizadas, y más letales, del arsenal narcisista. Consiste, básicamente, en abstenerse de todo tipo de
comunicación con la víctima, acompañando este gesto con una actitud fría y
distante, cargada de hostilidad. Es “quitar la palabra” a la persona, ignorándola por completo, como
si no existiera, o no estuviera allí.
Con frecuencia, esta conducta la despliega el narcisista de buenas a primera, sin que
le anteceda ninguna discusión o desencuentro que pudiera justificarlo. Quizás, en
su mente trastornada, sea una forma de castigarte por algún
comentario que hiciste, y que él interpretó como una crítica. Nunca dice
directamente la razón de su comportamiento, por lo que no logras entender
la causa de su actitud, generando en ti un profundo cuadro de ansiedad y desconcierto.
Conviene que sepas que, haya o no una “razón” aparente, el principal
motivo por el cual el narcisista te somete al Tratamiento Silencioso, es obtener de ti, con un mínimo gasto de energía, el
potente combustible al que es tan adicto, a través de un rosario de reacciones emocionales negativas: frustración, enojo, miedo,
ansiedad, confusión, angustia, desconcierto, etc.
Estos vampiros emocionales, se alimentan del sufrimiento que
generan en los demás. A través del Tratamiento
Silencioso te someten, te muestran que son el jefe,
que están en control y reafirman su superioridad sobre ti.
El Tratamiento Silencioso es una demostración de poder. De
eso va todo.
Por medio de esta táctica manipuladora, el narcisista juega con tus sentimientos, con tu temor al abandono definitivo, demostrándote que puede
prescindir fácilmente de ti.
Hay que tenerlo claro: el Tratamiento Silencioso es ABUSO en
toda regla, ABUSO con mayúscula, y una bandera roja rojísima para identificar
al narcisista. No es un rasgo de carácter,
ni un cambio de humor del abusador. Él lo aplica deliberadamente con algunas
personas y con otras no, lo que demuestra que sabe perfectamente lo que hace y
que tiene un propósito en su agenda perversa.
El silencio del narcisista
es siempre significativo, trasmite desprecio, indica furia fría, busca
adoctrinarte para que seas más sumiso, para castigarte y advertirte
sobre las
consecuencias de tus actos, demostrando así su falta de empatía, su
desdén e
indiferencia por tus sentimientos y emociones.
Tipos
de Tratamiento Silencioso:
a. Tratamiento
Silencioso Presente: Cuando se ejerce estando la víctima presente. Su
duración suele ser unas horas o, a veces, un día entero. El narcisista muestra una expresión
impasible, una máscara glacial, responde dando el “hombro frío” o Cold Shoulder.
b. Tratamiento
Silencioso Ausente: Se aplica en ausencia de la víctima, el narcisista desaparece sin dejar rastro durante
varios días, semanas, etc., no responde llamadas ni mensajes de texto, no hay
explicación previa ni advertencia, simplemente deja de comunicarse. Además de
extraer combustible, es una forma de castigar a la víctima, de demostrarle lo
fácil que se desprende de ella, y de disponer de tiempo libre para cultivar
otras fuentes de combustible.
c. Tratamiento
Silencioso Temático: El narcisista
deja de hablar ciertos temas personales con su víctima, la conversación se
limita a asuntos comunes e intrascendentes. Todo ello le hace entender que ya no es digna de su confianza. El narcisista
se muestra frío y extremadamente reservado, no explica sus ausencias, mantiene
en secreto sus asuntos, y la persona se siente despreciada, tratada como una extraña. Esta
forma sutil de silencio es un modo de devaluar a la víctima, de apartarla del
círculo de sus intereses. El malestar se agudiza cuando en presencia de
terceros, el depredador se muestra abierto y jovial, lo que contrasta con la
actitud que mantiene con la víctima, aún en presencia de testigos.
Algunas secuelas del Tratamiento Silencioso:
Algunas secuelas del Tratamiento Silencioso:
El Tratamiento Silencioso es una táctica de manipulación tremendamente destructiva. Ataca directamente las necesidades más básicas del ser humano:
las de atención y afecto, especialmente de parte de aquellos que
dicen "amar" a la persona que es tratada de esta forma. Por eso es tan
cruel. Todos los seres humanos necesitan que se reconozca su existencia,
cuando se les ningunea e
ignora, se les cosifica y desvalora completamente. Se les hace sentir
que no son nada. Por eso sus secuelas son letales, para la vida
psíquica y emocional del que lo padece.
No sin razón algunos se refieren al Tratamiento Silencioso como a un asesinato silencioso o psicológico, un asesinato sin sangre, y su impacto en el sistema emocional de la víctima puede ser mayor,
incluso, que un acto de violencia física.
No permitas nunca que nadie, bajo ninguna circunstancia, te aplique esta arma de destrucción emocional y de tu autoestima. Y
muchos menos si esta persona dice amarte, ser tu amigo o tu pareja. A la primera
señal de que te están sometiendo al Tratamiento Silencioso, debes reaccionar
poniéndote psicológicamente a salvo y dejando sin efecto el juego perverso del manipulador.
Si en una pareja, amistad, etc. una de las partes intenta aplicar a la otra la “ley del
silencio” y de buenas a primeras le “quita la palabra”, es un signo clarísimo
del grado de toxicidad de esa relación. No lo olvides: se trata de un comportamiento abusivo, y
nada más.
En una relación sana, puede haber momentos de tensión, y
momentos de retirada de la comunicación para evitar mayores conflictos y
desencuentros, y es importante saber diferenciarlos de la conducta manipuladora
y sádica del depredador emocional.
En una relación sana, esos silencios son una tregua que tiene
como objeto quizás aliviar tensiones, y retomar la comunicación en un clima más
propicio.
El Tratamiento Silencioso del que se habla aquí no busca la
reflexión de las partes, no tiene intención de aclarar ni ofrece explicaciones
de ningún tipo, no se muestra considerado ni respetuoso con los sentimientos de
la otra persona. Es manipulación, abuso y empoderamiento en estado puro.
¿Cómo reaccionar al Tratamiento
Silencioso?
El narcisista, cuando te somete al Tratamiento Silencioso, lo que está buscando es que corras detrás de él y le supliques que vuelva a hablarte, que llores y que le
manifiestes tu angustia, e incluso que te culpes a ti mismo por haber disgustado a tu verdugo.
Si nada de esto sucede, si no reaccionas, si actúas como si el asunto no fuera contigo, el narcisista
se queda desarmado.
En realidad, la única respuesta indicada frente al Tratamiento
Silencioso es NO REACCIONAR. Aunque parezca difícil, no hay otra fórmula para
dejar sin efecto su estrategia de manipulación. Por supuesto, si
se sumerge en su silencio mohíno estando tú presente, lo que debes hacer
es retirarte de ipso facto del lugar, sin aspavientos ni alegatos, sin
ningún tipo de expresión emocional. Su juego maligno funciona si estás a
su lado, si te marchas de inmediato y se queda solo, serán las
estrellas las que aguanten su silencio tóxico.
No estás obligado, bajo ningún concepto, a permanecer al lado de una persona que te somete a este tipo de juego perverso.
No estás obligado, bajo ningún concepto, a permanecer al lado de una persona que te somete a este tipo de juego perverso.
Abstente de reclamaciones, no pidas explicaciones, ni
intentes hacerle ver lo tóxico de su comportamiento, el daño que te hace,
etc., no sirve de nada y le estarías dando combustible, que es lo
que está
buscando. Simplemente sigue con tu vida como si tal cosa, y cuando
vuelva a hablarte tampoco hagas una fiesta, actúa sencillamente como si
no hubiera pasado
nada. De esta manera, harás fracasar su tentativa de extraer combustible
mediante esta insidiosa táctica manipulativa. Nada de “suministro narcisista”,
ni positivo ni negativo. Nada es nada.
Aunque no sea fácil, ese es el camino si quieres desactivar esta bomba destructiva que es el Tratamiento
Silencioso.
Lo mismo si se trata de un Tratamiento Silencioso Ausente,
ni llamadas ni mensajes de texto, aunque dure semanas y semanas,
aprovecha su ausencia para librarte de su toxicidad y ocuparte de tu
vida. Si no
lo buscas, el narcisista
necesitará saber por qué no lo haces, la razón de tu indiferencia. Para
él eso significa que ya no te controla como él creía, y tarde o temprano
regresará para intentar retomar su poder sobre ti.
En síntesis, tu mayor arma frente al Tratamiento
Silencioso es, sencillamente, ignorarlo, no reaccionar, así lo dejas sin
efecto. Hay que saber que es eso, precisamente, lo que más temen los narcisistas: ser ignorados, que nadie les preste atención. A
la final, heridos en su inflado orgullo, se retirarán definitivamente y buscarán combustible en
otra parte.
Si el narcisista
te quiere manipular dejándote de hablar, ignorándote, y tratándote como si tú
no existieras o fueras un extraño, ni te agobies, ni busques explicaciones que no
existen, ni te angusties ni te afanes, no olvides que se trata de un juego perverso, simplemente muéstrate indiferente y no
reacciones. Deja que se hunda en su silencio tóxico, por los siglos de los
siglos si es eso lo que quiere.
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